Anoche el palacio de los deportes estaba abarrotado, tres generaciones haciendo cola, impresionante.

Pero lo más impresionante es ver como Robert y su banda son capaces de convencernos durante tres horas. Hubo de todo: grandes y a veces resobaos hits (Boy’s don’t Cry), míticos himnos generacionales (Friday I´m in Love), vertiente romántica (Lovesong), lado oscuro (A Forest), modernismo (Wrong Number) por decir algunas... y todos contentos, desde los puristas hasta los poperos, pasando por el vecino del 5º.

A destacar: que pudimos ver a unos Cure muy auténticos, sin adornos, naturales, sin historias, puros, y di que sí, que para arreglos me pongo el disco en casa. Why Can't I be You sin trompetas? Pues sí y funciona!

Mis dos momentos de explosión, incapaz de reprimir - ni ganas - fueron con el Just Like Heaven y In Between Days. Mi vena más pop que me delata y me vuelve loca, no lo puedo evitar.

Y para cerrar un concierto redondo The Cure vuelven a los orígenes y me plantan el Killing an Arab, un tema que ya tiene 30 años, amigos, yo era un moco de un añito y ayer lo bailé a muerte. Alucinante.



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