En el Thyssen han recopilado una parte de la obra que el maestro realizó durante los dos últimos meses de su vida. La exposición temporal se llama “Van Gogh. Los últimos paisajes”.

Estas pinturas de su última etapa me dejaron ayer un poco perpleja, porque ¿cómo es posible que una persona que se encontraba tan mal, que sufría tanto y que de hecho a punto estaba de acabar con su propia vida, fuera capaz de realizar semejantes cuadros tan llenos de fuerza y tan vitales? Quizás esos colores vivos y descabellados, esos trazos tan potentes y casi desesperados, no eran más que un reflejo de su propio ánimo, angustiado por curarse y ponerse bien…

Son pinturas vigorosas y me gustaron mucho, pero ni mucho menos transmiten serenidad, calma o equilibrio.

Os dejo algunos pensamientos que tuvo maestro que me molan.

Se puede tener en lo más profundo del alma un corazón cálido, y sin embargo, puede ser que nadie acuda a él.

¿Qué sería de la vida, si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?

Uno no pinta siempre lo que ve, sino lo que siente.

Estos días trabajo mucho y deprisa, al hacerlo así trato de expresar el paso desesperadamente rápido de las cosas en la vida moderna.

Y bien, en cuanto a mi trabajo me juego la vida, y mi razón casi ha naufragado en el empeño.

Ojalá tuviera a mano la peli de "El loco del pelo rojo" a mano.

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Sonando She is the Only One de The Rifles, un tema muy popi que me gusta mucho

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