Una línea muy fina separaba ayer la ironía de la tragedia. El sarcasmo de Stephen Merrit, la naturalidad de Claudia Gonson y la entrega del público que casi no repiraba y se dejaba las manos al acabar cada canción. Yo, respetuoso movía los labios cantando hacia dentro, mientras se sucedían las canciones y las anecdotas: la lluvia, los truenos, las arañas, los móviles y la música.

Stephen al ukelele, Claudia al piano, John Woo a la guitarra y Sam Davol al contrabajo, dejaron las canciones desnudas, sólo con el esqueleto. Así daba lo mismo que sonaran de su último disco "Distortion" o del "69 chansons de amour" (coña privada para asistentes al concierto), los temas quedaron reducidos a su esencia. Y es en esa expresión donde demostraron su grandeza.
El concierto fue una montaña rusa de sentimientos, de la tristeza de algunos temas como "Papa was a rodeo" o "Grand Canyon" a la hilarante presentación de algunos que como "Epitaph for my heart" que paso a ser una canción sobre "follarse a un muerto"..o despues de una triste canción de chica deja chico, Stephen presentó la siguiente como "otra canción sobre prostitución".
El repertorio hay que reconocer que fue árido, 2 temas de los Ghotic Archies, otro de los Future Bible Heroes y muchas del nuevo trabajo. y sin embargo fue un gran concierto.
Esta es la virtud del grupo...abren el cofre del tesoro, eligen algunos temas y les sale algo bueno seguro.
Quizá esta es la diferencia entre un grupo correcto y ver en directo a uno de los mejores compositores de pop de todos los tiempos..y esto no lo digo yo. Lo dice la gente que sabe.