Amelie


- Esta enamorada.
- Pero si no la conozco!
- Claro que la conoces!
- Desde cuándo?
- Desde siempre, en tus sueños.

*******************************

La primera vez que vi Amelie me encantó, la segunda vez me pareció dulzona en plan pastelito de merengue y me empalagué. Pero esta tercera vez, me ha vuelto a convencer.

Yo creo que en el fondo Jean Pierre Jeunet se arriesgó con esta peli. Provoca sentimientos opuestos, porque aunque puede que te guste, hay que reconocer que tiene un estilo que también puede sacarte de quicio muy fácilmente.

Y es que una historia de buenos sentimientos (demasiado facilón), sobre el amor limpio de una chica candorosa hacia otros (los otros son todos personajes solitarios y extravagantes), adornada con un montón de recursos visuales (que recargan) y todo coloreado de color sepia (¿demasiado nostálgico? ¿vintage?), corre peligro de empache emocional, fijo.

Pero ayer le di la vuelta y pensé: ¿joé, y por qué no? ¿tan mal estamos?, pero si es una peli bien bonita! Y entonces pensé: a lo mejor lo que sucede es que Jean Pierre Jeunet, de alguna manera, con sus pelis, nos hace recordar las cosas que vamos perdiendo cuando nos hacemos mayores, y a lo mejor por eso nos ponemos tan nerviosos, vete a saber...

************************************

Sonando Dishes de Pulp

************************************

3 Response to "Amelie"

  • Jack Brincos Says:

    Yo tengo sentimientos encontrados con esta peli. La primera vez que la vi me pareció atroz, empalagosa a más no poder. La segunda seguramente por pillarme como me pilló casi me hace llorar como a una colegiala; así que así estoy, que no sé si me gusta o la odio...

    Eso sí, que le sobra media horita de idas y venidas, seguro. Y que Audrey Tatou es un encanto, también.


  • Anónimo Says:

    pues si, no se que tiene esta peli que nos provoca...

    ah! y no olvidemos la banda sonora, tampoco.


  • Roskat Says:

    Um...

    Um...

    Um...

    Bien, buena película, pero recomiendo verla en dosis pausadas...

    Y como siempre, al final de una romantica, lloro.

    p.d: Montmartre es más chiquitito que lo que aparece en la película.