Disculpen la ausencia de novedades en El Recreo. Tienen la culpa dos elementas que se han metido en mi casa y me dan muchísimo trabajo. Quieren que le enseñe todo Dublin y yo, les enseño alguna cosa, pero ellas son insaciables. Y les digo que se vayan apuntando todas esas cositas que quieren ver y que las vean otro día, sin mí, que me tienen agotada. Luego se emborrachan como cosacas a base de Gin tonics, mientras la gente se pregunta cómo son capaces de beber algo tan amargo y se quedan bailando hasta las 6 de la mañana, una aguanta más que la otra, será la edad.

Se les lleva a la campiña irlandesa, en un día glorioso de sol, ellas dos en la parte de atrás del coche, con Johnny Cash como banda sonora. Hacen como los japos, sacan fotos a todo. Respiran el aire irlandés y disfrutan la tranquilidad de la campiña y lo comparan con el estrés de Madrid. Se compran magdalenas de cereza que en realidad son de guinda y no les gustan.

Siempre con un ojo avizor que detecta a los modernos-gafapastas irlandeses. De esos no hay ninguno en la campiña.

Se hacen una excursión a Belfast, a ver los barrios católicos y protestantes, van a pié, a su bola, estas chicas buscan camorra... pero vuelven sanas y salvas, cansadas y hambrientas pero contentas.

Y aun quedan 2 dias enteros...

Hoy marearan a otra amiga mia que les llevara al Trinity College donde podrán admirar el libro de Kells.
Si no se me amilanan, esta tarde las llevo al cine, a ver This is England en el Irish Film Institute, donde acuden los modernos e intelectuales de Dublin, ellas estarán en su salsa.

Veremos como termina esto. Que peligro.