Hackensack, Mexican Wine, Radiation Vibe, Stacy's Mom, Someone to love, Fire in the Canyon..ninguna de estas canciones saldrían en una hipotética enciclopedia de lo mejor del siglo y dudo bastaste que más de cuatro o cinco crean que Fountains of Wayne sean un grupo imprescindible. Que es entonces lo que hace que llenen a reventar la Joy Eslava?
La razón es que a base de pequeños hits, buenas canciones y discos como "Welcome Interstate Managers" o Utopia "Parkway", trenzan un repertorio agradable, emocionante cuando se acerca al country, y potente cuando atacan su power- pop más autentico que por momentos recordaba a Weezer y a Lemonheads.
Eché en falta "Utopia Parkway" y This better be good" pero la sensación general fue buena. Es lo que tiene ver a un grupo en el que no esperas todo el concierto a que toquen "esa" canción (como debe pasar si vas a ver a Jet).
Como curiosidad entre el público gente tan diferente como Jesús Ordovas y la guitarrista de Dover.
Y el sabado, Grande-Marlaska (o Garzón si preferís), en la sala Sol.